YO ME MOJO: ¡SANTI ABASCAL!

Vox declara la guerra al consenso relativitista. Así se titula un artículo fundamental, de Santiago Abascal, líder de Vox, publicado hace unos días.

Y quiero mojarme. Lo fácil sería ponerme de perfil. Pero no puedo. Me ha cautivado por su valentía, por ir contracorriente, por ser algo que no es común decirlo hoy, y menos un político. Me gusta Santi Abascal. Y no solo por este artículo. Me gusta lo que dice, cómo actúa, lo que piensa y cómo lo expresa.

Abascal parte de una base, que no muchos se atreverían a explicar:

Desde hace unos años, el consenso socialdemócrata, el consenso autonomista y el consenso multicultural en el que se mueven todos los partidos del sistema y algunos de los nuevos nos ha ido imponiendo un campo de juego cada vez más estrecho en el que ya no se pueden decir o pensar algunas cosas so pena de ser expulsado del campo. Pero ese paradójico consenso incluía un principio aún más paradójico: el relativismo moral o intelectual. Hay consenso en que todo es relativo. Salvo criticar el relativismo.

Pura verdad. La dictadura del consenso está impuesta, y es un consenso a esos tres niveles, démonos cuenta de ello:

1. Socialdemocracia encubierta, con altos impuestos y grandes subvenciones inútiles, amén de ideología de izquierda en los valores, plenamente asumida por la «derecha inexistente».
2. Autonomismo perenne, con enormes gastos y duplicidades absurdas, pero intocables, claudicación ante el terrorismo institucionalizado, y…
3. Multiculturalidad suicida, con una falaz e inadecuada política de inmigración, una rendición de los valores que cimentan España, o la vacilación ante los ataques yihadistas a una Europa blanda, sin anclajes fuertes…

Y continúa explicando qué es esa dictadura relativista donde da igual chorizo que jamón o pescado que bistec. Para entendernos. O sea, que todo vale, salvo criticar el todo vale. Y así es. Que a alguien se le ocurra criticar el falso-matrimonio homosexual, o el mismo hecho gay o lésbico, o el pretendido «derecho a abortar», o el también auto-adjudicado «derecho a la autodeterminación» de las regiones autónomas… Para no hablar de censurar el divorcio exprés, la ideología de género, o el Estado laicista… Esas cosas, ni se tocan.

Pues bueno, hete aquí que surge alguien, un hombre joven, no por ello inexperto en política, sufrido, perseguido por el totalitarismo terrorista, cuajado en la lucha por la libertad de su pueblo, español cabal, que dice: rompo con esa dictadura. La dictadura de los partidos relativistas. Sin miedo a cabalgar por el desierto de la incomprensión o el abandono mediático. 

Así veo yo a Santiago Abascal. El único. Repito, el único político español capaz de decir esto:

Nos han querido convencer de que todo es igual, de que nada es verdad, nada suficientemente importante, nada demasiado respetable, nada sagrado, y que todo está permitido: atacar el honor de las personas, humillar los símbolos patrios u ofender los sentimientos religiosos. Todo menos hablar con claridad, todo menos decir que existe la verdad, el bien y la belleza. Todo menos impugnar su consenso relativista.

Y eso creo que intentará hacer Santi Abascal al frente de Vox: una impugnación mayor al consenso relativista.

Por eso, yo, hoy, me mojo por Santi Abascal.

@petrusquinta